Un sistema de restricción de caídas previene eficazmente que un trabajador alcance un área donde existe el riesgo de caída, mientras que un sistema anticaídas está diseñado para minimizar las lesiones en caso de que ocurra una caída. Ambos sistemas requieren el uso de equipo de protección individual (EPI) para mitigar riesgos que no pueden ser eliminados completamente. El EPI puede incluir arnés de seguridad, cabo de vida y bloques retráctiles, elementos esenciales para la seguridad del usuario en todo momento. Los EPIs son efectivos únicamente cuando se utilizan en conjunto con sistemas integrales de protección contra caídas, que incluyen puntos de anclaje, líneas de vida horizontales y verticales, y trípodes para espacios confinados equipados con cabrestantes y pescantes.
Los bloques anticaídas retráctiles, conocidos por su durabilidad, están certificados para configuraciones en techo, muro y suelo. Estos cuentan con un sistema de detención de exceso de velocidad que detiene rápidamente una caída y un mecanismo de absorción de energía integrado, asegurando que la fuerza de detención máxima transmitida al usuario no exceda los 6kN (1350 libras). Su diseño ultra compacto los hace fáciles de manejar y especialmente adecuados para áreas con espacio limitado. Cuando se instalan en la parte superior, los sistemas retráctiles ofrecen seguridad adicional, mientras que su instalación en el suelo extiende el alcance del usuario desde la línea de vida de Fallprotec, mejorando tanto la movilidad como la protección.
David Palomo
Business Development LATAM